Gracias.
Gracias por leerme.
Gracias, mi terroncito de sangre,
mi surubí en cautiverio;
se agradece, esponja carnívora,
epidermis pululante.
Sos mi coloquio mordelón,
¿sabías?
mi amapola violenta, sos
mi huracán de mitades,
mi mitad de huracanes.
Sos todo para mí:
sos un hocico de palta,
bichito de seda,
mi cortina de ducha,
mi arena de arenas.
Estoy en deuda con vos,
coral apelmazado,
sortija peluda;
televisión calva, te debo todo.
Sería entendible si no fueses
mi volumen descalzo,
ni mi caricia soluble
o el soplo de un abuelo mudo.
¿Cómo retribuirte,
droga sempiterna,
colmena de reproches,
vivienda sin esclavos,
meridiano de besos?
Gracias por leerme.
Gracias.
¡Qué amable de su parte,
señora perilla,
querido manantial contento,
cachito de vacuna,
extracto de overol!
Para qué molestarse,
chimento momificado.
No se hubiese molestado.
(che, voluta de semen, gracias)
No hay comentarios:
Publicar un comentario